Monoaural
Gradualmente se fueron alejando. No importó el inicio de la primavera ni la lluvia tolerable de las tardes. La fuente donde una vez se conocieron fue cambiada por una pileta de luces de colores, y el suave espasmo propio de los primeros encuentros fue menguando. Los paseos ya no eran largos ni interminables. Ya no existía fascinación por las alturas. "¿A dónde la flora? ¿A dónde el exceso? ¿A dónde la fiebre y el delirio?", se preguntaron casi sin oírse, silenciados por una lluvia monoaural.
© 2009 Santiago Antúnez de Mayolo
Pintura de Gustave Caillebotte - "La Place de l’Europe, temps de pluie"