Aversión

-¿Por qué odia a los violinistas?
-Por su extraña disposición maxilar. No me inspiran confianza.
-¿Y las cuerdas del violín?
-Insoportables. Dejaría solo una. Así no tendría demasiadas variantes y seguramente acabaría por aburrir. Además, ese continuo frotar y refrotar, inmoral por donde se lo vea.
-¿Qué me dice de su música? ¿Qué me dice usted de la música que emana? ¿No es acaso única?
-¿Acaso no subieron las ventas en los grandes almacenes desde que incluyeron Caprice de Paganini como música ambiental? Pues ése es el lugar que le corresponde.
-¿Por qué esa animadversión contra tan fino instrumento?
-Fino es el arte del engaño. No se puede pasar por tantos siglos sin el menor cargo de conciencia.
-¿De qué la culpa?
-El violín casi me hundió en la miseria. Me postró a un segundo plano para ser tocado por hombres gordos y calvos bajo una iluminación reducida. Felizmente pude recurrir a la música folclórica. Ahí soy otro. Recobré protagonismo y mi autoestima se fortaleció entre chacareras y pasodobles.
-¿Su nombre por favor?
-Bombo. Soy el Bombo de los Andes.
© 2007 Santiago Antúnez de Mayolo
5 comentarios
Cristina -
Carlos Romero Egúsquiza y Picoy -
*El remate es potente, como un bombo de izquierda en el mentón...
van -
Santiago -
un beso "primogénita" hermana,
Santiago
Miryam -
Un beso de tu hermana (menor, por si acaso),
Miryam