Cuando sobran las sillas
Cuando sobran las sillas, mis pies adquieren asombrosa lucidez. Ya no me tropiezo con ninguna pues su ubicación se me ha grabado por fin en la cabeza. Todas quietas y mudas, impertérritas permanecen sin asentar a nadie las posaderas.
He redecorado el salón. Pinté de humo las paredes y de hojas las cortinas. Fregué con fruición el suelo y pegué un afiche de Gauguin para aquietar los sinsabores de la soledad. Pero todo fue un engaño, una estrategia mal diseñada. Ni la música, ni la marihuana pudieron disimular su presencia...las sillas permanecen aún con su paño baldío y sus patas equidistantes, alzando con arrogancia la plataforma.
© 2007 Santiago Antúnez de Mayolo
4 comentarios
Santiago -
Isa. -
Ayer... -
Ella y su orgía -
Bienvenido al blogomanicomio, Santiago. Por cierto, enhorabuena por la redecoración.
Besos orgiásticos.